A la mayoría de los Argentinos, cuando nos preguntan: ¿si invertimos? y ¿en qué invertimos? la respuesta de ser positiva seguramente van a ser: Plazo fijo, Dolares o en “Ladrillos”, y la verdad que es una respuesta lógica teniendo en cuenta el nivel de incertidumbre y falta de reglas claras en la que vivimos los Argentina durante los últimos 62 años y la poca educación financiera que se nos brinda desde los colegios, universidades, etc.
La realidad, es que existen varias opciones donde colocar ese excedente de dinero, que son nuestros ahorros y en esta columna intentaré hacer un listado de las más relevantes y simples para el inversor poco experimentado o sin conocimientos sobre el “Mercado de Capitales”.
Antes que nada, aclarar que en el mundo de las inversiones hay dos principios, que yo, considero fundamentales a saber. El primero, que “Mayor rendimiento supone mayor riesgo”, porque cuanto mayor el riesgo de una inversión, mayor tendrá que ser su rentabilidad potencial para que sea atractiva a los inversores y el segundo, “que no hay que poner todos los huevos en la misma canasta” como en la jerga se le dice al “Principio de la Diversificación”.
Otra cosa, muy importante, es determinar nuestro “Perfil de Inversor”. Esto sirve para determinar nuestro nivel de tolerancia al riesgo, si se es de tipo conservador, moderado o arriesgado. Este se obtiene de responder unas preguntas que ayudan a determinar que tipo de instrumentos financieros se adaptan mejor a nuestra tolerancia al riesgo. Para quien le interese este se puede obtener vía internet en páginas como por ejemplo la de la Comisión Nacional de Valores (www.cnv.gob.ar).
Teniendo en cuenta esos principios, es que uno debe armar su “Cartera de Inversión”, y acá es importante aclarar que no es necesario ser “millonario” para hacerlo, cualquiera puede armar su cartera por sí solo o con asesoramiento profesional y diversificar de acuerdo a sus posibilidades financieras y a su perfil de inversor.
Por último, se debe determinar el plazo de inversión pudiendo dividirse este entre corto, mediano y largo plazo. El primero se considera a inversiones menores a un año, el segundo para inversiones de entre dos a cinco años y el largo plazo para colocaciones pensadas para un plazo mayor a cinco años. Hay que tener en cuenta que el plazo tiene mucho que ver con el riesgo también, una inversión de largo plazo en iguales condiciones que una de corto plazo obviamente va a ser más riesgosa por el hecho de aumentar la incertidumbre sobre el futuro a medida que el tiempo a considerar es mayor.
Una vez explicado esto, es importante entender, que existen innumerables activos financieros en los que invertir su dinero, divisas, bonos de origen extranjeros, nacionales, provinciales, municipales, letras del tesoro, LEBACs, obligaciones negociables, acciones, opciones, futuros, ETF, ADR, fideicomisos financieros, etc. y no alcanzaría una columna para explicarlos a todos, pero sí hay algunos que me parece vale la pena explicar para quienes quieren empezar a invertir en en el mercado financiero y sobre esos si voy a intentar dar una explicación más detallada.
Una buena opción para empezar es invertir son los llamados “Fondos comunes de inversión” estos, en su concepción teórica, se forman cuando un grupo de personas con similares objetivos de inversión aporta su dinero para que un profesional lo administre e invierta en determinados activos financieros. Los hay de todos los tipos, de diversos rendimientos, abiertos, cerrados, de menor o mayor liquidez, compuestos por LEBACs, Bonos, Acciones, etc. La ventaja es que te permite asegurarte que tu dinero va a estar manejado por profesionales que a su vez compiten con otros profesionales, que administran otros fondos comunes y quieren captar tu dinero porque del volumen depende su comisión y por eso, se supone que buscarán obtener el mejor rendimiento posible en base al riesgo asumido.
Ya pensando en inversiones de mediano a largo plazo y de bajo riesgo otra opción un poco más conservadora pero de buenos rendimientos son los bonos públicos. Estos son títulos de deuda emitidos por el sector público, los hay extranjeros, nacionales, provinciales o municipales, a distintos plazos y son una buena opción a la hora de invertir porque tienen relativamente bajo riesgo.
Otra alternativa a considerar son las “Obligaciones Negociables” que básicamente son títulos de deuda emitidos por empresas privadas y se pueden obtener mejores rendimientos que los bonos obviamente porque son un poco más riesgosos.
Más allá de la importancia de tener en cuenta las variables de riesgo, diversificación y plazo hoy la inversión que mejor relación riesgo/rendimiento tiene, por lejos, son las LEBACs (Letras del Banco Central). Estás en simples palabras son títulos de deuda a corto plazo emitidos por el BCRA. Funcionan como otros bonos o “deuda cuasifiscal”. Actualmente su rendimiento es de 28,75% anual a 28 días y son el instrumento financiero que mejor relación riesgo y rendimiento tienen simplemente porque ¿Cual es el riesgo de que el Banco Central, osea el ente emisor del dinero en la Argentina, no pague? Casi nulo no.
Como verán, hasta aquí no mencione el dólar y es por lo siguiente, mientras siga sin bajar la inflación a los niveles que pretende el Banco Central y mantengan la tasa de referencia (la que establece el costo del dinero) en los niveles actuales, y además, continúen entrando dólares del exterior para financiar el déficit fiscal. El tipo de cambio, va a mantenerse creciendo por debajo de la inflación, por lo menos por un tiempo más.
Por último, para invertir en el mercado financiero, si bien siempre es aconsejable contar con asesoramiento profesional, no es obligación hacerlo pero lo que si se necesita es de un “Agente de Bolsa” o como realmente se llama ALyC (Agente de Liquidación y Compensación) o entidad bancaria dependiendo del tipo de instrumento. Lo bueno es que con el nivel de comunicación actual, esto ya se puede hacer sin contacto personal a través de distintas páginas de internet.
Espero esta nota incentive a alguien no sólo a empezar a ahorrar, sino a hacerlo de manera más diversificada, más consciente e informada y como dijo un sabio alguna vez, “El mejor tiempo para sembrar un árbol fue hace 20 años y el segundo mejor tiempo es ahora”.
Agustín Insaurralde Contador Público – UNC Diplomado en Mercado de Capitales – UCC